Según datos recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición, del INEGI, México enfrenta una realidad demográfica que lo coloca oficialmente como un país envejecido. Con 17 millones 958,707 personas de 60 años y más, este grupo representa el 14% de la población total del país.
Más de la mitad de esta población (56%) tiene entre 60 y 69 años, mientras que el 30% se encuentra en el rango de 70 a 79 años, y el 14% corresponde a personas de 80 años en adelante, según el INEGI.
La académica Guadalupe Cañongo León, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, destacó que estos números reflejan la necesidad de reconocer y atender los derechos de las personas mayores en la sociedad mexicana. “Como sociedad hemos invisibilizado, subestimado y discriminado a las personas mayores”, señaló. Agregó que es fundamental trabajar en colectivo para hacer visibles a este grupo poblacional y brindarles acceso a derechos como la salud, la educación, la protección contra la violencia y el disfrute de espacios recreativos.
En enero de 2023, México ratificó la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, lo que significa un compromiso a nivel internacional para garantizar los derechos de este grupo poblacional.
El Día Nacional de las Personas Adultas Mayores, conmemorado el 28 de agosto, nos recuerda que este no es un grupo pasivo en su última etapa de vida, sino una población en crecimiento cuya longevidad es mayor de lo que se pensaba. La expectativa de vida en México se sitúa entre los 72 y 74 años para hombres y entre los 76 y 77 años para mujeres, dependiendo de diversos factores.
A pesar de estas cifras, prevalece la idea equivocada de que las personas mayores representan un problema social debido a su tamaño demográfico. Sin embargo, el desafío real radica en la atención y planificación adecuada de las condiciones necesarias para garantizar una vejez saludable y satisfactoria, evitando que esta población tenga un impacto negativo en los sistemas económicos, sanitarios y educativos del país.
La falta de preparación para una vejez saludable, especialmente en la prevención de enfermedades, ha llevado a la asociación errónea del envejecimiento con la dependencia y las enfermedades físicas y mentales. En 2022, las tres principales causas de muerte en personas mayores en México fueron enfermedades cardíacas, diabetes mellitus y tumores malignos, todas ellas prevenibles con un enfoque adecuado en la salud preventiva.
A pesar de los desafíos, hay avances notables. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social informó que, entre 2016 y 2020, la tasa de pobreza en la población mayor disminuyó del 42.5% al 37.9%.
México se encuentra en una encrucijada demográfica que requiere una atención urgente y una transformación de la percepción de la vejez en la sociedad. Es imperativo reconocer los derechos de las personas mayores y trabajar en conjunto para brindarles una vejez digna, saludable y plena.
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