Zonas de la Ciudad de México con menores riesgos por sismos

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Si bien la intensidad de un sismo es impredecible, distintos estudios nos permiten saber  sobre la probabilidad de riesgo ante un temblor. Esta información cobra mayor relevancia cuando se adquieren bienes raíces en la Ciudad de México, pues el conocer las zonas con menor riesgo sísmico nos permite proteger esta inversión. 

 

Antes de hablar de las zonas de la CDMX con bajos riesgos por sismos hablaremos de la alta sismicidad en el país. Tan solo en el mes de septiembre de 2022, el Servicio Sismológico Nacional reportó 2,603 sismos en el territorio mexicano, mismos que tuvieron magnitudes entre 1.2 y 7.7. Entre los estados con más probabilidades de experimentar un temblor se cuenta a Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit, Aguascalientes, Zacatecas, Guerrero, Morelos, Hidalgo, Estado de México, Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Puebla y Tlaxcala. 

 

En septiembre de 2017, el reporte fue de 5,735 temblores con magnitudes entre 1.3 a 8.2, de estos los más devastadores fueron el del 7 de septiembre con epicentro en el estado de Oaxaca, específicamente en el Golfo de Tehuantepec y el del 19 del mismo mes cuyo epicentro estuvo entre los estados de Puebla y Morelos, a 120 kilómetros de la Ciudad de México donde causó graves daños. 

 

Como quedó demostrado en los terremotos de 1957 y los del 1985 y 2017, en algunas zonas de la Ciudad de México se registraron pérdidas humanas y daños materiales. Estos eventos incidieron en el endurecimiento de las normas y los reglamentos de construcción, la última actualización al Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal se hizo a mediados de octubre de este 2022.

 

También se han creado organizaciones especializadas como el Instituto para la Seguridad de las Construcciones en la Ciudad de México y se han implementado técnicas de construcción más sofisticadas, tales como las desarrolladas por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, no obstante aún pueden sufrirse graves daños en las estructuras de los diversos tipos de construcciones por otros factores. 

 

Es por ello, que para determinar dónde comprar una propiedad con menos probabilidades de sufrir un daño por temblores, las características del suelo pueden brindarnos valiosa información para ponderar el riesgo.

 

Para ello se cuenta con diversos instrumentos, uno de ellos es el mapa interactivo de sismicidad de la CDMX y la zona conurbada, presentado en 2021 por Baruch, geógrafo de la UNAM y demógrafo por FLACSO, en el que marca con colores tres grandes áreas: 

 

  • Amarillo: suelo duro, baja intensidad sísmica
  • Anaranjado: suelo entre duro y blando, intensidad media
  • Rojo: suelo blando, intensidad alta

Este mapa indica que la zona Centro de la capital, la alcaldía Benito Juárez y colonias como Narvarte Poniente, Obrera, Roma Norte, Tepito, Jardín Balbuena, Coapa, Prado Churubusco, Agrícola Oriental, la Industrial en Gustavo A. Madero, Los Olivos-La Nopalera en Tláhuac y Bosques y Valle de Aragón, además de áreas como el Embarcadero de Nativitas en Xochimilco y la del Penal de Santa Martha Acatitla están en rojo, que son las zonas con mayor riesgo por sismicidad

En naranja aparecen Coyoacán, y Lindavista y Jardines de Morelos y en amarillo están Cuajimalpa, Miguel Hidalgo y Magdalena Contreras.  

Este es el mapa creado por el geógrafo Baruch y se puede consultar a detalle en Google maps: 

Otro documento para conocer las zonas más seguras contra sismos en la CDMX, es la publicación del Instituto para la Seguridad de las Construcciones en la Ciudad de México y el Instituto de Ingeniaría de la UNAM : Actualización de la Zonificación Sísmica de la Ciudad de México y Áreas Aledañas – Parte Norte, 2020.   

De este informe se toman los siguientes aspectos para hablar de sismicidad en la CDMX

Dos son los fenómenos que han incidido en los suelos del Valle de México y que más los han dañado. Uno, es la desecación de los lagos que se ubicaban en la cuenca central y en las zonas del sur que fueron ocupados como asentamientos.

Para inicios del siglo XX se incrementó la perforación de pozos para abastecer a la población y la poca capacidad de recarga de los mantos acuíferos propiciaron hundimientos, una evidencia es el asentamiento de la Catedral Metropolitana, y la generación de grietas en el valle, principalmente en las alcaldías Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco. 

Los terremotos son el otro fenómeno. Debido a los suelos lacustres del Valle de México los movimientos del terreno y la duración de los sismos se amplifican, haciendo que las construcciones sufran severos daños. Los sismos que han afectado a la Ciudad son de dos tipos; sismos de subducción generados en las costas del Pacífico y sismos intraplaca generados dentro de la Placa Norteamericana. También suceden multitud de sismos de origen local en el Valle de México que causan daños menores y muy localizados. 

El documento habla de tres grandes tipos de zonas y sus características: 

  • – Zona I. Lomas: Formadas por rocas o suelos firmes que están fuera del ambiente lacustre, en los que pueden existir depósitos arenosos en estado suelto o cohesivos relativamente blandos. En esta zona, hay oquedades en rocas, cavernas y túneles excavados para explotar minas de arena.
  • –  Zona II. Transición: En esta los depósitos profundos se encuentran a 20 m de profundidad. Está constituida predominantemente por estratos arenosos y limo intercalados con capas de arcilla lacustre.
  • –  Zona III. Lacustre: Integrada por potentes depósitos de arcilla altamente comprensible, separados por capas arenosas con contenido diverso de limo o arcilla. Estas capas arenosas son de consistencia firme a muy dura y de espesores variables de centímetros a varios metros. Los depósitos lacustres suelen estar cubiertos superficialmente por suelos aluviales y rellenos artificiales.

Otra forma en la que se mide la sismicidad son las encuestas geotécnicas, el mapeo del espesor del suelo y la medición del ruido sísmico bajo una estrategia de micromedición altamente zonificada, por alcaldías y luego por zonas dentro de cada alcaldía. De esta forma, pueden conocerse las colonias con mayor o menor grado de riesgo por sismicidad. 

Por ejemplo, aunque se ha determinado que en la zona de lomas, como lo es Cuajimalpa y Álvaro Obregón que tienen poco riesgo sísmico, los estudios de microzonificación pueden detectar excepciones, como es el caso de Santa Fe que puede responder distinto ante un sismo por el aumento de construcciones, específicamente de edificios altos.

Otro ejemplo es la alcaldía Benito Juárez, que tiene distintos espesores de suelo y efectos del ruido sísmico, por lo que las zonas centro y noreste, aunque no presentan grietas, sí tuvieron la mayor cantidad de daños en el sismo de 2017, en tanto que las zonas pegadas a las alcaldías Coyoacán y Álvaro Obregón tienen muy bajo riesgo.

¿La actividad sísmica de las demarcaciones y sus colonias influye en el precio de las propiedades? 

De acuerdo con el Reporte Inmobiliario 2022 de Lamudi, la demanda sobre propiedades residenciales, entre las zonas con más alta demanda están las colonias Del Valle, Narvarte y Portales, después de Polanco, mismas que se encuentran en zonas con mayor actividad sísmica, aunque no tan alta como lo era hasta antes del sismo del 2017, por otro lado, la colonia Condesa, que también ha sido afectada por los sismos, volvió a la plusvalía que tenía previa a ese acontecimiento. Por lo que los precios pueden seguir en función de otros factores. 

El reporte menciona que las colonias de mayor interés para compra y venta residencial están ubicadas en las alcaldías de las zonas altas como Álvaro Obregón, Milpa Alta, Cuajimalpa, Tlalpan y Magdalena Contreras, además de Polanco y Copilco.  

Entre las zonas del segundo grupo de interés podemos encontrar algunas que resultaron afectadas y que tienen suelos con mayor profundidad de depósitos arenosos como Jardín Balbuena en Venustiano Carranza, Roma Norte en la Cuauhtémoc, Narvarte en Benito Juárez, Clavería en Azcapotzalco, Lindavista Norte en Gustavo A. Madero, Barrio Xaltocan en Xochimilco, Lomas Estrella en Iztapalapa, Villa Centroamericana en Tláhuac, Agrícola Pantitlán en Iztacalco.   

Por lo tanto, algunas consideraciones al construir en las diversas zonas de la Ciudad de México deben enfocarse en el tipo de suelo, los cimientos que requerirán y los materiales que pueden resultar menos propensos a dañarse a raíz de un sismo. 

Algunos especialistas en construcción recomiendan el uso de materiales más ligeros, el uso de fibras de carbono y de vidrio, de PET y otros materiales sintéticos. Otros más se enfocan en la cimentación que puede incluir pilotes de punta y de fricción y la colocación en diversas formas de los cimientos hechos de acero o concreto. 

Ejemplo concreto es: La Fundación Imagen de Chile y la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica (UC) presentaron tecnologías antisismos que reducen hasta 8 veces los daños por terremoto, entre ellas, aisladores sísmicos orgánicos hechos de goma orgánica y disipadores de energía que el edifico resbale ante el movimiento. 

Por su parte, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), recomienda estas tecnologías: amortiguadores, aislación de base, muros de corte de placa de acero, estructuras diagonales de soporte y estructura de marco RC. 

Un ejemplo destacado es el péndulo en la cima del edificio Taipei 101 en Taiwán que equilibra el movimiento de la construcción en caso de sismo. En la Ciudad de México, este sistema se aplicó en la Torre Mayor, Torre Altus, Reforma 222 y Residencial del Bosque I y II.   

CONAPRED también cuenta con una guía básica para la construcción de vivienda segura ante sismos. 

Tres ejemplos de edificios altos con gran resistencia a sismos tomados de Centrourbano son: 

  • La Torre Latinoamericana en la que se colocaron 361 pilotes de concreto a 34 metros de profundidad y una losa de cimentación a manera de cajón para empotrar a la torre.  
  • La Torre Ejecutiva de Pemex cuyos cimientos tienen 164 pilotes de acero a 32 metros de profundidad. 
  • La Torre Mayor IXE cuenta con 98 amortiguadores sísmicos y 250 pilotes de cimentación a profundidades de 36 y 64 metros.  

Para concluir, los consultores inmobiliarios de CREA recomiendan que al buscar un terreno o un edificio para comprar en la Ciudad de México se considere la sismicidad de las zonas y el tipo de construcción que se requerirá para disminuir los riesgos en caso de temblor. Asimismo, contar con un avalúo de la propiedad le permitirá dar certeza a su elección y proteger su inversión. 

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    LIC. MARCELA ESTRADA DIEGO
    Directora general CREAMarcela Estrada se desempeña como Directora General de CREA Soluciones en Bienes Raíces, donde en conjunto con su equipo de trabajo planea y dirige con éxito la estrategia operativa, comercial y financiera de CREA. Marcela Estrada ha participado en más de 300 proyectos de consultoría inmobiliaria, principalmente de Usos mixtos en México, Guatemala y Honduras para fondos de inversión, bancos y desarrolladores inmobiliarios. A lo largo de los años, algunos de sus clientes han sido Thor Urbana, ENGIE México, Cinuk, PGIM Real Estate, Promotora de Hogares, Gigante Grupo Inmobiliario, Coppel, Tiendas Chedraui y numerosos desarrolladores inmobiliarios.

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