En los últimos años, el crecimiento urbano se ha convertido en una problemática en las grandes ciudades. Los trazos originales y antiguos planes de vivienda no contemplaban un crecimiento acelerado como el que se ha experimentado, llevando a nuevos desafíos en el sector de viviendas, que por muchos años se resolvió con desarrollos en las periferias de las ciudades… hasta hace poco.
La conversión de espacios se ha convertido en una alternativa cada vez más atractiva en el sector de transformación residencial. Quédate a leer y conoce más sobre esta tendencia en el blog de CREA.
¿En qué consiste la conversión de espacios?
La conversión de espacios es una estrategia para optimizar el uso de suelo urbano y responder a las necesidades cambiantes en las ciudades. Esta conversión consiste en la transformación de áreas destinadas a un uso específico para darles otros usos con funciones distintas.
Un ejemplo de la conversión de espacios lo vemos en la ciudad de New York, donde se espera que para 2030 se deban crear 560 mil nuevos espacios residenciales. Para abordar las crisis de vivienda, económica y climática al mismo tiempo, se han transformado los edificios de oficinas.
Después de la pandemia por COVID-19 en 2020, muchos espacios de oficinas quedaron abandonados tanto por el confinamiento en casa, como por el aumento en la tendencia por el home office. Por ello, los propietarios de bienes raíces comerciales con excedente de espacio de oficina vacante han visto la oportunidad de transformar esas áreas en viviendas que respondan a las necesidades de los ciudadanos.
Los efectos de la conversión de espacios han sido especialmente positivos para los edificios más antiguos, que requieren grandes renovaciones y servicios modernos para satisfacer las demandas actuales del mercado.
Por ejemplo, la antigua torre de oficinas de 48 pisos en 1633 Broadway que fue terminada en 1971 cuenta con una ubicación privilegiada y con vistas panorámicas, cerca del metro de New York, edificios culturales y establecimientos populares es una muestra de los desafíos de la conversión de espacios de trabajo en viviendas.
De oficinas a aldeas verticales
La conversión de espacios de oficina es un enfoque innovador que forma parte de las tendencias de ciudades más sostenibles, equitativas y vibrantes, con superficies amplias y áreas iluminadas de forma natural. Con esto no solo se aprovecha el terreno disponible al máximo, sino que se evita la expansión urbana descontrolada, que reduce las áreas naturales.
En vez de expandirse horizontalmente, la conversión de espacios permite crear aldeas verticales en torres y edificios de oficinas, creando comunidades autosuficientes y multiuso, donde convivan las viviendas con espacios verdes, áreas comerciales y de entretenimiento.
Beneficios de la conversión de espacios
Además de las posibilidades de alojar a un mayor número de personas en un edificio, la conversión de espacios de oficina brinda beneficios tanto a propietarios como a los desarrolladores:
Reducción de la huella de carbono
La conversión de espacios permite aprovechar el uso de suelo al reutilizar estructuras ya construidas, sin tener que invertir en nuevas construcciones que contaminen el medio ambiente. Esto no solo permite optimizar el presupuesto, sino brindar un entorno más saludable a los residentes.
Innovación arquitectónica
La conversión de espacios representa una nueva forma de urbanización, que ofrece ubicaciones estratégicas, estancias cómodas, estructuras sostenibles e incluso amenidades como terrazas, jardines verticales, internet de alta velocidad, vistas panorámicas, entre otras.
La conversión de espacios es una oportunidad para el desarrollo arquitectónico vanguardista, moderno y adaptado a las necesidades actuales.
Ciudades más inclusivas
La conversión de espacios brinda más oportunidades de vivienda en zonas más estratégicas, en espacios inspiradores y con acceso a todos los servicios. Esto brinda la oportunidad de crear ciudades más inclusivas, con espacios para todo tipo de compradores.
Atracción de nuevos inversionistas
Los desarrollos verticales estimulan la creación de nuevos servicios para satisfacer los requerimientos de comunidades en expansión: tiendas de comestibles, restaurantes, supermercados, entre otros que aceleran la transformación de las ciudades y estimulan el crecimiento económico.
En una comunidad vertical pueden convivir gimnasios, estudios de yoga, consultorios médicos, oficinas de coworking, escuelas, guarderías y supermercados para que los residentes cuenten con todos los servicios en un solo lugar. Esto convierte a los edificios de oficinas a oasis urbanos ricos en comodidades, con una comunidad vibrante y atractiva.
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